Reflexiones para el estudio de la palabra y para otros pretextos

Texto, Contexto y Pretexto

En las siguientes secciones ofrecemos información sobre diferentes temas relativos a la lengua para traductores y para todas aquellas personas que sientan interés por la palabra escrita y hablada.

 

 

 

Texto, Contexto y Pretexto

Escritorio

Una breve mirada a la historia de la traducción

La traducción es una actividad presente en todas las culturas desde los comienzos de la humanidad. 

Se considera que la Piedra de Rosetta fue la primera evidencia de la existencia de la traducción. Esta piedra, de más de 800 kilos y un metro de altura, fue encontrada en el delta del Nilo en 1799 y evidenció que en la época del faraón Ptolomeo V (196 a. C.) ya se hacía uso de la traducción. La piedra presenta información grabada en tres idiomas de la época: jeroglíficos egipcios, escritura demótica y griego. Ya que presenta esencialmente el mismo contenido en las tres inscripciones, la piedra facilitó la clave para descifrar los jeroglíficos egipcios.

Sin embargo, se sabe de la existencia de la traducción escrita aún antes. En el siglo III, Ptolomeo Filadelfo, antecesor de Ptolomeo V, encargó a 72 escribas traducir del hebreo al griego las Sagradas Escrituras.

La Biblia se tradujo del griego al latín de forma repetida durante los primeros siglos de la era cristiana. En el siglo IV la versión que tradujo San Jerónimo, patrono de los traductores, se llamó la Vulgata (de vulgata editio, 'edición para el pueblo') y se utilizó durante siglos en la religión cristiana.

Cerca del año 900, Alfredo el Grande, rey de Wessex, ordenó traducir fragmentos de la Biblia a una lengua diferente del latín, al dialecto sajón occidental.

En la época de la expansión del imperio árabe durante la edad media y hasta el siglo XV se impulsó la traducción de otro tipo de textos, como los trabajos científicos y filosóficos de los antiguos griegos que se tradujeron al árabe. Estos conocimientos se diseminaron por Europa a través de España, bajo el dominio musulmán. 

Era una época de oro para la traducción. Durante la Edad Media gracias a la labor de los traductores se produce una gran aportación a la formación de las diferentes lenguas. Se incorporan al castellano palabras con raíces árabes (como almuerzo, alberca, etc.) a través del oficio de la traducción. A la par de la aportación de nuevos vocablos, los traductores también compartían nuevos conocimientos.

En el siglo XII el arzobispo de Toledo Raimundo de Sauvetat fundó la Escuela de Traductores de Toledo, en un inicio dedicada a trabajar con textos teológicos. A partir del siglo XIII, con la llegada de Alfonso X el Sabio, el centro comenzó a incluir también textos de alquimia, matemáticas, física y astronomía. En esta etapa las traducciones ya se realizaban al castellano.

En el siglo XV llega la imprenta y define un antes y un después en la cultura con la nueva forma de difundir el conocimiento. Aparecen nuevas lenguas vernáculas y surge la necesidad de traducir estos escritos a lenguas aparte del latín. La traducción ocupa un lugar preponderante en la difusión de los conocimientos. En esta época Martín Lutero traduce la Biblia al alemán, que pasará a ser uno de los textos más importantes de la Reforma. 

A partir del siglo XIX el mundo pasó por un auge comercial, industrial y científico y las relaciones entre países favorecieron los intercambios lingüísticos e impulsaron la traducción como oficio.

Ya en el siglo XX y tras las dos Guerras Mundiales se formaron importantes organizaciones internacionales que reunieron bajo sus siglas a una pluralidad de personas, países e idiomas: la ONU, la UNESCO y la UE. 

Con las crecientes migraciones y los resultantes intercambios comerciales, culturales y lingüísticos, se creó una gran necesidad de profesionales en traducción.

Posteriormente y con la ayuda de lingüistas como Chomsky, la disciplina experimentó un gran auge hasta llegar a lo que es hoy en día: una profesión que enlaza personas, ideas, idiomas y culturas y que sigue evolucionando a medida que el mundo se comunica y se enlaza cada vez más.

Texto, Contexto y Pretexto

Elección de palabras en traducción

Los "falsos amigos" del traductor

El traductor debe abordar su tarea teniendo especial cuidado de no caer en una de las trampas más bochornosas del traductor novato: el uso de los “falsos amigos”. 

Un falso amigo en el ámbito de la traducción se define como una palabra o expresión de una lengua extranjera que por ser muy similar a otra de otra lengua, ya sea de forma verbal o escrita, se interpreta incorrectamente. Es decir, es una palabra que se asemeja mucho a una palabra o expresión en otro idioma pero cuyo significado no es el mismo. 

El término “falso amigo” aplicado a la traducción fue usado por primera vez por Koessler y Derocquigny en el libro Les faux-amis ou les trahisons du vocabulaire anglais (“Los falsos amigos o las traiciones del vocabulario inglés”) publicado en 1928. El título del libro ilustra las malas pasadas que nos puede dar no poner especial atención a estos falsos amigos.

Hay falsos amigos en todos los pares de idiomas. 

Algunos ejemplos comunes en el par de inglés a español son las palabras “actual” en inglés que significa “real” y que en español se suele traducir por “actual”, su hermana “actually” que es “realmente” o “en efecto” y que erróneamente vemos traducida como “actualmente”; la palabra “library” que significa "biblioteca" y no “librería”; “exit” que significa “salida” y no “éxito”; “appreciable” que al referirse a cantidades significa “importante” y no “apreciable” en español, “confident” que significa “confiado” o “seguro” y no “confidente” en español; “eventually” que se usa para decir “finalmente” y no “eventualmente”; “severe” que significa “grave” y no “severo” y “embarrassed” que significa “avergonzado”. La lista es larga.

Vemos también falsos amigos en otros idiomas. En italiano “burro” significa “mantequilla”; “guardare” significa “mirar” y “aceto” significa “vinagre” y no “aceite”. En alemán “gymnasium” es “instituto preuniversitario”. 

El francés también tiene una larga lista de falsos amigos para los traductores al español. “Nombre” es “número” en español; no es “nombre”. “Attendre” es “esperar” y no “atender”; “demander” es preguntar y no “demandar”; “table” no es “tabla”; en español es “mesa”, “enfermer” es “encerrar”.

 

Cetera - Raíces latinas

Ars longa, vita brevis 

La tarea es larga, la vida es corta. Hipócrates. 

Esta frase en latín es en realidad una traducción de su original griego escrito por Hipócrates, uno de los padres de la medicina. 

Con esta frase Hipócrates quería expresar la fugacidad de la vida y la brevedad de nuestra existencia. Para quien acomete una tarea de gran envergadura, la vida no basta para aprenderlo todo. 

Ars designa aquí el arte de la medicina, pero sirve para designar todo tipo de arte o ciencia.

Beatus ille 

Esta expresión latina se puede traducir como “dichoso aquel...” o “feliz aquel...”, y se usa para alabar la vida plácida en la tranquilidad y austeridad del campo, alejada de la ciudad. 

Con esta locución el poeta Horacio inició su Epodo II, donde idealizaba la vida rural y criticaba los males de la sociedad.

Beatus ille qui procul negotiis,
ut prisca gens mortalium
paterna rura bobus exercet
suis, solutus omni faenore,
neque excitatur classico miles truci
neque horret iratum mare,
forumque vitat et superba civium
potentiorum limina.

Traducción al español de este fragmento

Dichoso aquél que vive, lejos de los negocios,
como la antigua raza de los mortales;
y con sus propios bueyes, labra el campo paterno,
libre de toda deuda, del interés y de la usura.

No le despierta como al soldado el fiero toque de la trompeta, ni le aterra la mar embravecida;
manteniéndose lejos del foro público, y de los umbrales altaneros de los ciudadanos poderosos.

 

 

Sobre gramática y ortografía

Los extranjerismos

A lo largo de la historia, la formación de los idiomas ha ido integrando aportaciones léxicas de otras lenguas: los extranjerismos. Estas palabras se toman de otro idioma sin traducirse, generalmente para llenar un vacío de designación, como alternativa o simplemente por costumbre. Muchas veces la pronunciación se adapta a la del idioma meta. 

El español no es excepción y nuestro idioma integra multitud de extranjerismos, en su mayoría anglicismos (palabras provenientes del inglés) y galicismos (palabras provenientes del francés). Su uso tiene sentido siempre que su incorporación cubra nuevas necesidades expresivas y que se adapten lo más posible a las características propias del español. 

Los extranjerismos se clasifican en crudos y adaptados. Los primeros definen a los términos sin equivalente en el español y que se han enraizado en nuestro idioma sin perder su grafía y pronunciación original. Para distinguirlos de los que pertenecen al español, se escriben en cursiva o entre comillas. 

Los extranjerismos adaptados son aquéllos que ya han sido incorporados y adaptados al español. Su pronunciación y grafía se han adecuado a nuestra lengua y estos extranjerismos se clasifican en dos grupos: a) los que respetan la grafía de la lengua original y cambian la pronunciación (por ejemplo airbag) y b) los que mantienen su pronunciación original pero adaptan la grafía española (por ejemplo bistec).

El uso de voces extranjeras es dinámico y hay múltiples ejemplos de palabras que se adaptaron de otro idioma y que hoy son parte de nuestro vocabulario diario (por ejemplo las palabras homenaje, detalle, hotel, sofá, interesante y mensaje adaptadas del francés en siglos pasados).

En nuestros oficios de traductores, correctores y creadores de textos, debemos analizar cuidadosamente la elección de las palabras que utilizaremos en nuestra labor. Es importante mantener un equilibrio razonado entre el uso de la voz extranjera, la contemporaneidad del idioma y la utilización de los vocablos de nuestro idioma. Nos inclinamos más por el uso de palabras del léxico español cuando existan términos equivalentes en nuestro vocabulario que reflejan el mismo tono del mensaje y cubren la misma necesidad de comunicación.

Algunos ejemplos de extranjerismos crudos: ballet, beeper, blues, gourmet, lifting, online, première, software.

Algunos ejemplos de extranjerismos adaptados: bulevar, entrecot, brocheta, bufete, buró, clóset, cómic, pedigrí, popurrí, fútbol, champú.

Algunos ejemplos de extranjerismos que tienen equivalentes en español ampliamente utilizados y vigentes y que por lo tanto se consideran innecesarios: backup (copia de seguridad, copia, respaldo), consulting (consultoría, consultora), look (imagen, estilo, aire), hobby (pasatiempo), feedback (retroalimentación), coach (entrenador), hit (éxito), camping (campamento).

 

 

La diferencia entre ser bilingüe y ser traductor

Un idioma diferente es una visión diferente de la vida. Federico Fellini

Los traductores profesionales son ante todo profesionales de la palabra escrita, capacitados para producir textos de calidad en el idioma meta. Poseen un dominio no solamente del vocabulario básico, sino también de terminología especializada en los dos idiomas en los que trabajan. También hablan y escriben a la perfección el idioma fuente. Más importante aún, representan enlaces efectivos entre los idiomas en los que trabajan; son capaces de transmitir el mensaje del texto original en su idioma materno. Son conscientes de las actitudes y tradiciones que distinguen a varias culturas y la forma en que estos factores ejercen influencia sobre el lenguaje. 

Esto no ocurre con la persona bilingüe. La persona bilingüe habla dos idiomas con fluidez, pero no necesariamente tiene la capacidad, las técnicas ni las herramientas para transmitir información de un idioma a otro. Asimismo, no siempre tendrá un dominio experto de las reglas de ortografía, gramática o estilo que son básicas para generar un producto escrito de calidad.

Una traducción de calidad debe lograr tanto la resolución del conflicto entre la precisión y la naturalidad, como el equilibrio entre la individualidad lingüística del idioma fuente y las características particulares del uso normal en el idioma meta.

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